Pinceladas rosadas, olvidadas del alba, niebla blanca y gris penetrando en la bahía... Una oscura figura atrae la mirada, de ella provienen los ásperos y siniestros sonidos de grilletes, ¡ghrsss! Los cuerpos sudorosos, maltratados del padecido terror, sin vacilar, cantan a la vida. Es la hora... un día más... si sobreviven.
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